Este proyecto modernizó una vivienda de 1920 situada en Valencia. La casa, de una sola planta, contaba con tres habitaciones, un estudio, salón, comedor, cocina y terraza.
La intervención respetó el estilo clásico valenciano de la vivienda, conservando elementos como la madera original, mientras se incorporan detalles más contemporáneos y funcionales. El resultado fue un hogar que mantuvo su carácter tradicional, pero actualizado con un diseño moderno, creando un equilibrio entre el encanto histórico y la comodidad.